se observa a la lejanía una pequeña montaña con un enorme árbol en la cima, varios niños jugaban alrededor, sus rostros eran borrosos, reían sin cesar, algunos vestían con ropa muy antigua, otros vestían totalmente de blanco, era una escena confusa para el pequeño michael quien los observaba desde su ventana, de repente los niños detuvieron sus juegos, sus rostros apuntaban al suelo mientras el árbol parecía cobrar vida y empezaba a doblar sus ramas lentamente hacia los niños cual tentáculos de un monstruo marino.
~es hora de regresar *una siniestra voz retumba en la oscuridad mientras michael giraba sobre si rápidamente*
~quien di... *michael no termino su pregunta cuando de la misma oscuridad dos manos emergían y empujaba al pequeño hacia la ventana, ventana que se pierde en el aire como si de un espejismo se tratara para dar paso a un vació.
~es hora de que vuelvas a mi *un rostro infantil echo de fina madera agrietada con ojos oscuros de los cuales emanaba una sustancia pútrida con pequeños gusanos y unos dientes retorcidos emerge de la oscuridad y se pone frente al suyo antes de que este empiece se largo descenso hacia la nada, el solo es capaz de observar mientras siente el viento en su espalda y observa aquel rostro volver a sus aposentos en la oscuridad.
lo que parecía una interminable caída es interrumpida por terreno desolado, michael no se da cuenta a en que momento llego al suelo, ni sabe porque no duele, se decide a intentar levantarse pero pequeñas y delicadas manos brotan de la tierra, cual película de muertos que vuelven a la vida, queda inmóvil, incapaz de moverse, asustado solo logro girar su mirada para encontrarse de nuevo con aquella escena, las ramas de aquel árbol se enroscaban alrededor de cuello de cada uno de los niños, y empezaba a levantarlos del suelo lentamente a la par que en el tronco del árbol se formaba un rostro detallado y femenino, michael siente un pánico intenso, algo dentro de si le dice que no debe mirar pero esta paralizado, escucha llantos que suenan muy bajo, como susurros, su miraba queda fija en aquella escena hasta ver como los niños son elevados a lo mas alto, aquella cara femenina abre sus ojos y las miradas de ambos se cruzan, el silencio se apodera del lugar, antes de despertar un coro de gritos, gritos provenientes de la tierra que luego son acompañados por los gritos de los niños sin rostro en lo mas alto que parecieran ser el fruto del árbol infernal que no retira su fría mirada, hasta que aquel rostro decide articular una palabra...
~Despierta.
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