martes, 20 de junio de 2017
en el arbol de los sueños - cuarta entrada
-hace cinco años...
-en una noche cualquiera me encontraba con mi esposa descansando... vivíamos en abbotsford la ciudad de mi esposa, no teníamos ninguna preocupación, su familia incistio en que viniéramos a este pueblo desde que empezaron a medicarme, empece a tener pesadillas de repente, al principio eran simples sueños que te despertarían a media noche te dañarían un poco el animo o te asustarías y mirarías alrededor solo para ver oscuridad y luego volver a caer en otro sueño, pero... cada noche se empezó a volver mas tormentosa, cada pesadilla era peor a tal punto de despertar gritando y bañado en sudor, ya no tenia noches tranquilas, gane ojeras de un puro color negro, mi salud mental se deterioraba tuve que ir a psicólogos y tomar cuanta basura ellos creían necesarias para tratarme.
una noche recibí una noticia, mi esposa estaba embarazada de mi primer hijo, su cara de felicidad era incomparable, era algo que ella quería hace mucho tiempo, pero... yo no pude sentir la misma felicidad, yo no pude sentirme alegre, solo pude sentir que un abismo de desesperación me tragaría lentamente hacia un infierno, solo pude soltar una sonrisa junto con una mirada que asusto a mi esposa.
+michael? michael que pasa? *su rostro cambio de una alegría desbordante a uno de confusión*
ah... esa es una buena noticia emma... es una muy buena noticia... jajaja
emma: no querías esto michael? una familia junto a mi? un hijo tuyo, verlo crecer, verlo cumplir sus metas y ser una gran pers-
niños.. *mi mente se perdió en ese momento con esa palabra, uno de los tantos sueños que tuve me volvió a la mente, es extraño, normalmente la mente tiende a olvidar los sueño para que no sean confundidos con la realidad, pero era tan claro, era como si yo estuviera ahí, niños de rostro borrosos, riendo y jugando alrededor mio, pero no me podía mover, solo observarlos hasta que todos ellos guardaron silencio, y una figura enorme se acercaba a mi, un hombre corpulento de alrededor de 1,90 de altura mi miraba fijamente y en sus manos sostenía algo que no lograba identificar y luego... empezó a gritar, a gritar y a golpearme con eso objeto, no podía hablar no podía moverme, solo podía observar como aquel hombre me destruía lentamente, luego escuche unas palabras, "nunca debiste volver" y pude gritar.
me desperté en medio de la noche, otra pesadilla?, esperen... en que momento me dormí?.
mi esposa descansaba a mi lado, mire a mi alrededor solo para hallar oscuridad y silencio, no podría mantener mis parpados abiertos mucho tiempo, tenia preguntas pero para ese momento mi cuerpo ya no daba mas, me acosté de lado mirando hacia el lado de mi esposa, puse mi mano delicadamente sobre ella, no lograba ver su rostro, tanteando mi de cuenta de que estaba mirando hacia mi lado pero estaba totalmente cubierta, así que decidí descubrir sus rostro pero en ese momento, una mano cubrió la mía y un rostro fugaz y infantil se acerco al mio, con ira, con malicia, y se quedo frente a mi en silencio, nunca antes había visto esa cara, pero me resultaba familiar, me dio una pequeña sonrisa y soltó la siguientes palabras... "ella... me pertenece"
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario